Andando por tierras extremeñas y buscando los bonitos castillos que quedan todavía en pie por la provincia de Badajoz, me dirigí desde Oliva de la Frontera dirección Burguillos del Cerro.
En Burguillos del Cerro se ve desde la carretera un fantástico castillo templario que pasó a manos de la familia Zúñiga (Duque de Béjar) y como bejarana que soy me atrayó la visita hacia dicha localidad. Sobre todo por la lejanía entre Béjar y Burguillos del Cerro (concretamente 3 horas en coche que me toca hacer todos los fines de semana para ir a ver a la familia).
He leído algo sobre los propietarios de las tierras de Extremadura en aquella época. Si no me equivoco, estaban El Duque de Béjar, el Duque de Alba y el Duque de Feria, entre otros.
Bueno, pues una vez llegado a Burguillos del Cerro veo una carretera dirección Feria, decido continuar por ella para ver primero el castillo de Feria.
El Duque de Feria era dueño de las tierras de El Parral, Feria y Zafra. Por lo que supuse que conociendo Zafra como la conozco, Feria tenía que valer la pena visitar. Pues no me equivoque. Lo que es vergonzoso es el estado de la carretera desde Burguillos del Cerro hasta Feria (llamarlo carretera me parece incluso excesivo, aquello es un camino de cabras con constantes baches). Pero se puede ir dirección Salvatierra de Barros y desde allí coger la carretera dirección Zafra que está muy bien. Pero cuando coges el desvío hacia Feria vuelves a tener otra carretera o camino de cabras. En lugar de tanto plan E para arreglar el castillo, deberían de arreglar la carretera para poder llegar. Compadezco a los pobres habitantes de Feria que tienen que hacer ese camino.
Aparte del enfado por la vía, el castillo vale la pena y las vistas desde la terraza son impresionantes. Se ve todas las tierras, montes y el río que pasa entre los valles. Precioso. La entrada cuesta 1 euro pero vale la pena.
Actualmente el Duque de Feria es Rafael Medina y según me contaron el castillo sigue siendo de la propiedad del Duque de Feria pero se lo tiene cedido al Estado durante 99 años para que éste lo explote y rehabilite. Me alegro que esté abierto al público.
Además Feria tiene una plaza muy bonita y la iglesia de San Bartolomé con una fachada muy interesante. las calles son empedradas y muy, muy, muy y muy empinadas. Tened cuidado donde os metéis con el coche porque podéis dar en los bajos. Además yo en alguna calle pensé que me mareaba de lo inclinada que estaba, parecía que iba a volcar.
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